El viernes pasado, se realizó un nuevo cambio de gabinete donde el gran anuncio fue la designación del Seremi de Transportes, Wladimir Román, como nuevo Seremi de Vivienda. En la ocasión, la recién asumida autoridad señaló que el gran trabajo de equipo realizado en Transportes los había llevado a ser una de las secretarías ministeriales mejor evaluadas a nivel nacional.
Sin embargo, al parecer no todos están de acuerdo con su afirmación, sobre todo el gremio de los taxis colectivos, quienes no sólo miran con malos ojos la partida del Seremi en pleno conflicto, sino que además criticaron su gestión como autoridad mediadora en éste.
Eduardo Lillo, presidente de la Federación Regional de Taxis Colectivos Urbanos, asegura que “es una irresponsabilidad del Gobierno, genera molestia y también implica un retroceso enorme porque de aquí a que asuma un nuevo Seremi, que aprenda la ‘pega’ y que tome decisiones va a pasar un buen tiempo, de aquí a fin de año no tendremos nada”.
Asimismo, Ramiro Aguilera, presidente de la Federación de Taxis Colectivos Rurales, dice no estar sorprendido con esta decisión y opina que “el Gobierno debería cambiar la forma de conducir el país, le falta gente que sepa de política y que tenga el problema social metido en su espíritu. Estamos en un conflicto súper delicado y justo hay cambio de gabinete, eso lleva a un desconcierto”.
Relación ingrata con el gremio
Aunque ambos dirigentes critican el cambio porque temen que pueda generar un retraso en la negociación con el Gobierno; por otro lado, afirman que la salida del Seremi es algo bueno porque no existía una relación grata con los colectiveros. “En el caso nuestro, ya no estábamos conversando con él porque en la movilización del 24 de agosto nos llamó ‘delincuentes’, desde ese punto de vista, saludo el cambio porque no iba a servir de nada un Seremi que no puede interactuar con los gremios”, dice Lillo.
Mientras que Aguilera agrega que la salida de Román “no nos preocupa ni nos llama la atención, nosotros vamos a seguir con nuestro petitorio y proceder, ya que éste es un problema nacional. El Seremi de acá no iba a manejar la situación, sólo nos presionaba y amedrentaba, así que afortunadamente vamos a quedar libres de eso”.
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